El cannabis medicinal contiene compuestos químicos llamados cannabinoides, que interactúan con el sistema endocannabinoide del cuerpo. Uno de estos cannabinoides es el cannabidiol (CBD), que ha demostrado tener propiedades antiinflamatorias en estudios científicos.
La inflamación es una respuesta natural del cuerpo a lesiones o infecciones, pero en algunos casos, puede volverse crónica y causar daño a los tejidos. La inflamación crónica está asociada con diversas enfermedades, como la artritis reumatoide, la enfermedad de Crohn y otras afecciones autoinmunitarias.
El CBD presente en el cannabis ha mostrado potencial en la reducción de la inflamación y en la modulación de la respuesta inmunitaria. Esto significa que podría ser útil para aliviar síntomas y reducir el dolor en condiciones inflamatorias crónicas.
Además del CBD, otro cannabinoide llamado tetrahidrocannabinol (THC) también puede tener efectos antiinflamatorios, aunque puede causar efectos psicoactivos. La combinación de CBD y THC en ciertas proporciones puede potenciar los beneficios antiinflamatorios sin generar un efecto psicoactivo significativo.